09/01/2012
Comunicado de la Asociación Española de Anunciantes ante la noticia de que el Consejo de Ministros del pasado 30 de diciembre redujo el presupuesto de RTVE en 200 millones de euros:
La aea (Asociación Española de Anunciantes) propone, una vez más, el retorno razonado y no saturador de la publicidad a TVE.
Ello contribuiría a:
– Solucionar el nuevo problema de financiación de la Corporación y representaría la salvación de una televisión vital para el ciudadano que, de otra forma, se vería abocada con el tiempo a su desaparición.
– Paliar la continua pérdida de competencia en el medio televisión tras la fusión Telecinco/Cuatro y la anunciada integración de la Sexta con Antena 3.
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Una Ley de Financiación de CRTVE nefasta
En agosto de 2009 se aprobó una Ley de Financiación para RTVE que eliminaba casi en su totalidad la publicidad.
Desde el primer momento el Proyecto de dicha Ley, que se presentó de manera sorpresiva, fue rechazado por la práctica totalidad de la industria publicitaria que junto con los consumidores, fabricantes, etc., elaboraron una plataforma que expresaba su frontal rechazo a dicha supresión. La Ley no tuvo en consideración a los estamentos anteriormente citados, ni recogió las recomendaciones del Consejo de Estado ni de la CMT. Tampoco se analizaron los graves efectos económicos que se podrían derivar de esa decisión al dificultar la actividad publicitaria y comercial; afectar negativamente al consumo y por tanto al tejido productivo del país y al empleo, y socavar la propia viabilidad de la televisión pública.
Cabe señalar que el Gobierno francés, inspirador de una medida similar para la televisión pública francesa, estudió con mayor detalle el proyecto y aplazó la supresión total de la publicidad al menos hasta el año 2014, replanteándose la vuelta atrás en la decisión. Por último, es preciso recordar que Bruselas ha preparado un dictamen motivado contra el Gobierno español al considerar ilegal la tasa impuesta a los operadores de telecomunicaciones para financiar RTVE, con lo que ésta perdería una de sus principales fuentes alternativas de ingresos.
Cada vez menos competencia
Para la Asociación Española de Anunciantes, y desde luego para cualquiera que analice con objetividad la situación, al eliminar la publicidad en RTVE desaparecía prácticamente una cuarta parte de la competencia en el sector de la publicidad televisiva, dificultando así en un momento clave a la posibilidad de que un incremento o mantenimiento al menos de una inversión publicitaria pudiera ayudar a dinamizar a nuestra economía. Desde agosto 2009 no sólo ha desaparecido la publicidad en TVE sino que se ha producido la fusión de Telecinco y Cuatro y estamos camino de la absorción de La Sexta por Antena 3.
Como bien señala David Trueba en El País de 26.12.2011: “Menos es menos”, “…la absorción de La Sexta por Antena 3, tras la ya deglutida de Cuatro por parte de Telecinco, deja un panorama sombrío”, y aclara para los que todavía no lo comprenden que estamos hablando de, al final, prácticamente dos únicas cajas de facturación, ya que los dos grupos audiovisuales resultantes, en caso de producirse la nueva fusión, tendrían el 85% del mercado de la inversión publicitaria. Continúa el articulista afirmando que “…no es lo mismo la multioferta que el pluralismo, como no es la librería ideal una en la que haya muchos libros y de variada temática pero de un solo autor”. Y termina así su lúcida reflexión: “… que sólo dos empresas en el ámbito nacional puedan exprimir la concesión televisiva escenifica un estado de negocio bastante lamentable”.
Parece innecesario resaltar cuál sería el rechazo de la sociedad, y desde luego del propio sector audiovisual, si se produjeran continuas fusiones de productos y servicios y contáramos sólo con dos coches, dos detergentes, dos aseguradoras,…
La Publicidad es necesaria
Es evidente que la mayoría de las compañías que compiten en España y en el mundo utilizan la publicidad como motor del consumo y como herramienta para avanzar en sus negocios. Hay una clara correlación entre la proporción de la inversión publicitaria de un país respecto a su PIB, su consumo interior y su nivel de crecimiento económico. Por otro lado, gracias a la publicidad se pueden llevar a cabo iniciativas en el ámbito social, cultural y deportivo que sin el apoyo de las empresas que las patrocinan no serían posibles.
Quizá lo que nos pareció más injusto a los anunciantes de la eliminación de la publicidad en TVE fue la estigmatización de la misma, ya que retirándola de TVE se daba la impresión de que era mala para la sociedad precisamente cuando es una fuente fundamental de información al consumidor. Por tanto, consideramos que con una vuelta a TVE la publicidad sería en la televisión pública un elemento más dentro de su programación, como muestra de una normalidad necesaria tanto para su viabilidad e independencia como para los ciudadanos, que no rechazan la publicidad sino que, al igual que la Asociación Española de Anunciantes, su exceso.
Conclusión
La publicidad tabla de salvación para RTVE
Por todo lo anteriormente citado, proponemos el retorno parcial de la publicidad a RTVE en las fórmulas que se consideren más adecuadas, y sin ampliar el tiempo que en la actualidad se le dedica a los cortes de autopromoción de la propia cadena. Ofrecemos nuestra leal colaboración para este objetivo.
Este retorno, de forma razonada y no saturadora, con nuestra actividad formando parte de la oferta de TVE a los espectadores, contribuiría a solucionar el problema de la financiación de RTVE manteniendo los niveles de calidad actuales, la pluralidad de canales y los recursos técnicos y humanos necesarios.
Consideramos que, de no aceptarse nuestra propuesta, TVE está abocada, en un periodo mayor o menor de tiempo a su desaparición. La implantación de esta televisión en el imaginario colectivo ciudadano y su relevancia social es tan grande que no debemos permitirnos llegar jamás a esta situación.
El retorno, por tanto, de la publicidad a RTVE representaría una vuelta a la normalidad; una mayor posibilidad de incentivación al consumo; una solución a la situación actual resultante del recorte de 200 millones, y evitaría en parte que se estrechara el cerco, agobiante y constante, a la competencia en el sector televisivo.
Es, quizá, la última oportunidad para la competencia y el mantenimiento de la calidad en un gran medio a través de la publicidad.